martes, 13 de julio de 2021

¿Quiotes o gualumbos?, ¿tú cómo los conoces?


Los quiotes o gualumbos no son más que las flores de maguey. ¡Ah, sí!, los magueyes tienen flores y además… ¡se comen!, y saben… ¡deliciosas! ¿Ya las comiste? ¿Te atreverías a probarlas?

El maguey es una planta muy mexicana por su origen. Pertenece a la familia de las agaváceas y al género agave. Es una planta rica en muchos sentidos porque se aprovecha todo de ella, desde la raíz hasta los frutos. No todos los magueyes producen lo mismo, para ello hay diferentes tipos. Por ejemplo, del maguey espadín que se encuentra en Oaxaca, se obtiene el mezcal, del agave azul de Jalisco, tequila y de los magueyes que se encuentran en el estado de Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y por supuesto el Estado de México, la dulce aguamiel y el riquísimo pero embriagante pulque. También se aprovecha para producir fibras textiles como el henequén en Yucatán. De las pencas se extrae una especie de papel muy delgadito y resistente llamado mixioteque se ocupa para poder contener platillos suculentos. Las pencas también se ocupan para la tradicional barbacoa y por supuesto, la flor, que es comestible.

El maguey es una planta que solo florece una vez y lo hace cuando ya tiene aproximadamente 15 años de edad. Una vez que florece, comienza su muerte. Esta flor se agrupa en racimos y crece en la punta del quiote, que es un tallo enorme, grueso y derechito que brota en el centro del maguey. Imagínate que llega a medir entre 10 y 12 metros de altura, impresionante, ¿no crees?

Estas flores primeramente son verdes, y conforme van pasando los días cambian a un tono amarillento, por lo que se recomienda comerlas tiernas y antes de que abran. Se les debe quitar el pistilo para que no amarguen, pues su sabor en sí, es muy agradable y delicioso.

Existen muchas formas de prepararse, pero tradicionalmente se hacen fritos con trocitos de chile chipotle y epazote, también se pueden hacer capeados en salsa verde o encontrarlos en unas ricas quesadillas. Como quiera que sea, no puedes dejar de probarlos.

Este platillo se puede degustar casi todo el año, pero más en primavera y es muy fácil encontrarlos en los tianguis y mercados locales a un precio muy accesible. Si un día visitas Temascalapa, Otumba, Axapusco o San Juan Teotihuacán, no te olvides de preguntar por los quiotes o gualumbos, ¡no te arrepentirás de probarlos!



Liliana Sanchez

Escritora

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